Diego Mendiburu sobre regular empresas tecnológicas, criptomonedas y la esencia de Villa Coapa
Diego Mendiburu pasó de ser periodista a emprendedor. Dirigió Fáctico, una empresa que crea tecnología para promover la libertad de expresión y participación ciudadana. Ahora está terminando una maestría en Tech Policy en Cambridge. Hablamos sobre videojuegos, tecnología, regulación, Villa Coapa, emprendedurismo, fintechs y realidad virtual.
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RLC: Diego Mendiburu. Gracias por estar en el pod.
DM: Un placer, Ricardo, gracias por la invitación. Me siento entre la crema y nata. Estar en tu círculo de relaciones ya me pone arriba del gran Presidente de México.
RLC: No es muy difícil estar en mi círculo de relaciones.
DM: Basta con unas cervezas.
RLC: Sí, no, y además estoy muy sorprendido que ahora estás conectado y tienes un standing desk.
DM: Fíjate que me lo improvisé compadre, porque ya me estaban saliendo llagas en la cola. Entre la pandemia y los ensayos y todo el tema de estar acá dizque estudiando en Reino Unido ya me estaba cansando de estar todo el día sentado y acá en el dormitorio del cuarto de la universidad donde estoy, hay un librero, pero el librero se puede modificar, puedes cambiar las repisas de altura. Y un día me harté porque me estaba durmiendo en las clases, ya estaba… En las que son a distancia, que por fortuna la pandemia no afectó tanto acá en mi universidad y un número muy reducido de clases las tuvimos a distancia, pero aún así me quedaba dormido. Dije “no, mejor estar parado para que circule la sangre” y me hice mi standing desk.
RLC: ¿Cuál es tu lugar favorito del internet?
DM: Fíjate que hasta hace poco era Twitter, pero… O sea, Twitter siempre me ha parecido un lugar que te obliga a ser, suena muy pretencioso lo que voy a decir, pero te obliga a ser intelectualmente más atrevido que otras plataformas, que creo que todo el mundo puede sacar una foto de un árbol bonito y no necesitas ningún talento especial, ya con el nuevo iPhone cualquiera puede hacer una foto que hasta a Annie Leibovitz le va a causar envidia, ¿no? Entonces creo que Twitter, por el simple hecho de ser escrito, te obliga a pensar. De entrada, no sabes cuántas veces, creo que a todos los que tuiteamos nos pasa que escribimos algo y lo tenemos que leer 15 veces para ver si no se nos fue un typo o una falta de ortografía y aún así se te va, entonces creo que demanda una creatividad que ninguna otra plataforma tiene, porque uno se tiene que esforzar por decir algo medianamente inteligente o al menos algo que no sea abismalmente absurdo. Y por el otro lado, creo que es donde está el círculo, que creo que a ti y a mí nos interesa, de personas que hablan de periodismo, de libertad, de expresión, de política, alguna que otra celebridad y algún otro libertario loco como Elon Musk. Entonces era mi lugar favorito de internet, hasta que de repente, por salud mental, en estos días le he puesto una pausa, mano, porque uno está terminando un ciclo aquí en Reino Unido y no quiere regresar a un país que se antoja y se ve bastante complicado, entonces mejor ponerle pausa por unas semanas.
RLC: Yo te voy a decir los míos. Mis lugares favoritos del internet es un empate técnico entre el stream del tanque de las medusas del acuario de la bahía de Monterrey en California y los grupos de WhatsApp porque son privados. O sea, yo tengo un grupo de WhatsApp con cuatro cuates, no los grupos de WhatsApp de estudiantes latinos…
DM: De ingenieros tampoco, los de ingenieros son terribles.
RLC: Pero son un lugar privado en el que mandas una foto, dices algo que estás pensando, comentas una noticia y es como… Creo que la promesa de las redes sociales se cumple cuando son en privado como un grupo de WhatsApp.
DM: Yo ya estoy en demasiados grupos de WhatsApp y entre cómo tenerle coherencia a los piolines de la familia y a los memes de las películas de Marvel, de los compañeros de la universidad… Es complicado encontrarle coherencia últimamente a WhatsApp. Fíjate que lo que disfruto mucho en WhatsApp son los audios. Yo sé que hay gente que detesta los audios, pero a lo mejor tú entenderás como gente que ha hecho podcasts. Luego, y es cierto, o sea, creo que está este mito de los millennials de que no les gusta hablar, sí creo que el audio te pone en un lugar intermedio. Mandar los audios en Telegram, en WhatsApp te pone en un lugar intermedio entre efectivamente lo disruptivo que puede ser una llamada que te obliga a ponerle atención a una persona durante… Que hasta puede ser ofensivo, una llamada corta, ¿Nada más me llamaste pa pedirme algo? Platícame cómo estoy, pregúntame qué ha pasado con mi vida”. Creo que el audio, los audios de WhatsApp son un lugar intermedio y te permiten echarte un choro y escuchar a la persona, su voz, su entonación. Ahorita recibí un audio de un amigo que está muy cansado porque lo tienen explotado en la chamba y se le escucha cansado. Eso no te lo puede transmitir un texto y al mismo tiempo está tan ocupado por la maldita chamba que no tiene tiempo de llamarme el cabrón. Entonces ese punto intermedio está chido. Pero bueno, cada quien con sus filias y sus fobias. Podemos hablar de Tik Tok. No sé si es mi lugar favorito, pero sí es un lugar al que le estoy dedicando demasiado tiempo últimamente y me dan ganas, como a Fox.
RLC: ¿Tienes Bitcoin o algún tipo de criptomonedas?
DM: Fíjate que… Justo, bendito Dios que me preguntas esto después de que… Me anticipé a tu pregunta, y hace unos meses yo decía “bueno, no puedo estar estudiando una maestría en políticas de tecnología y que justamente trata al menos de meter el dedo meñique del pie izquierdo a estas discusiones sobre regulación de nuevas tecnologías…” Y por supuesto, creo que en la conversación ha estado el tema de las criptomonedas en los últimos tres años ya. Y yo decía… Bueno, yo me veo a mí mismo, me aproximo al tema de las criptomonedas desde una perspectiva crítica, ¿no? De “a ver, ¿pa qué genuinamente sirve esto? ¿A quién está beneficiando esto? ¿Con qué consecuencias? ¿Con qué externalidades, dirían los economistas, negativas o positivas?” Y en general soy bastante escéptico todavía el día de hoy. Creo que en general estamos en medio de una burbuja. Creo que las cosas se van a empezar a complicar un poco más más adelante y me podría seguir desviando sobre tu pregunta, pero justo dije “bueno, no puedo hablar de esto y no haber hecho el proceso de comprar una criptomoneda y ver cómo funciona”. Y fíjate que Signal, que es una aplicación de mensajería, ya que estábamos hablando de WhatsApp, muy usada por activistas, defensores de la libertad de expresión, periodistas, que protege muy bien la privacidad con todas las conversaciones encriptadas, introdujo una nueva criptomoneda como parte de su modelo de negocio. Y yo creo que también está esta perspectiva, lo hemos visto un poco con Ucrania, es una de las consecuencias potencialmente positivas de las criptomonedas, de permitirle a ciertas personas en ciertas situaciones, como por ejemplo una guerra en la que quizás no hay bancos o el sistema financiero tradicional no está funcionando, recibir fondos. Entonces lo incorporaron también en Signal y compré 400 pesos de una criptomoneda. A día de hoy valen menos de la mitad.
RLC: ¿Cómo se llama la criptomoneda de Signal?
DM: Me lleva. Sabía que me ibas a hacer esa pregunta y ahora me has puesto en una situación en donde veremos qué tan rápido puedo abrir una aplicación en mi teléfono, al mismo tiempo que sigo hablando contigo sin que la gente se de cuenta que estoy absolutamente perdido. Mobile coin se llama.
RLC: Ese es un viejo truco de la radio.
DM: Si, exacto. La gente no se da cuenta de que estás ahí buscando en la computadora como loco... Antes, los periodistas de antaño tenían papeles y se escuchaba horrible todo o con los periódicos se escuchaba cuando pasaban las páginas y todo eso. Ahorita ya con la computadora, si tienes un computador que no se escuchen las teclas, nadie se da cuenta. Tengo 2,152 mobile coins que al día de hoy equivalen a 187 pesos. Pésimo inversionista en criptomonedas.
RLC: ¿Qué tanto te esfuerzas en mantener tu privacidad digital?
DM: Uff, no mucho. La verdad es que… Fíjate que yo tengo y a lo mejor no sé qué tanto te identifiques, yo creo que tú eres una persona que aprecia aún más su privacidad, pero yo en algún momento sí he tenido mis alucinaciones sobre el ser, pues no quiero llamarle influencer porque sin duda alguna ahí sí he fracasado, pero al menos una figura pública en el sentido de que la gente sepa quién soy, qué estoy haciendo, cómo me pueden encontrar. Tuve el programa de radio en Reactor 105 hasta hace unos meses que me cepillaron, pero era un programa de tecnología. Me la pasaba hablando de estos temas con las personas, entonces necesitaba que supieran que yo existía. Entonces, bajo esa alucinación pues sí, trataba de mantenerme tuiteando constantemente, principalmente esa era mi plataforma. Ya posteriormente con el podcast, fui subiendo también algunos videos a YouTube. Nunca me gustó Instagram, nunca me ha gustado, Facebook pues sabemos que es más bien para las tías y los tíos, pero en mi vida más personal, por ejemplo, yo sí soy… Me da mucho miedo y agradezco mucho no ser joven en estos días, no ser más joven y más chavito porque sí cuando me han llegado a mandar cosas así como picantes, por así decirlo, a través de WhatsApp u otro sistema, me pongo malo, porque sí les digo “no, no, no, borra eso inmediatamente”, porque como que sí, mi pavor es que alguien, ya sabes, “mira mis fotos de mi viaje a Inglaterra” y de repente ahí ven una dick pic, pues no quiero que eso suceda, entonces cualquier cosa que involucre una exposición más sensible de mi intimidad en internet, sí me da mucho miedo y trato de tomar precauciones.
RLC: ¿Pero te refieres como a fotos tuyas, mensajes, cosas así como personales, de tu vida privada? ¡O también, como, no sé, la información de tus tarjetas de crédito, cosas de chamba?
DM: Es que creo que la frontera es súper difícil, ya es súper intangible. No sé, yo lo veo, por ejemplo, con las personas que suben fotos de sus bebés, de sus menores de edad. Y es horrible porque hablar de estos temas, ser periodista, ser activistas en defensa de derechos humanos, en cierta medida ser político, me imagino, también, te pone más consciente sobre los riesgos de de tu red, no solo personales, sino de qué consecuencias tiene que yo suba la foto de mi sobrina en mi Instagram. No lo hago porque yo sé que allá afuera hay cosas bien enfermas. Ya que hablas de lugares favoritos de la internet, ciertas personas tienen lugares favoritos de internet muy oscuros, muy perversos y muy locochones ¿no? Entonces como que creo que sí, ese chip de pensar en las consecuencias de a ver qué pasa si mando ahorita… Cosa que todo el mundo hace, ¿no? “Mándame foto de tu tarjeta de crédito por WhatsApp o de tu tarjeta de débito para depositar en el Oxxo”. O sea, lo he hecho, lo entiendo, es inevitable, no puedes escapar de las convenciones del uso de la tecnología para facilitarnos cosas tan elementales como transferir 500 pesos. Pero no puedes tampoco dejar de pensar “si esta persona tiene activado el respaldo automático en Google Fotos, pierde el teléfono, alguien encuentra el teléfono y ahí está la foto de mi tarjeta, y en una de esas hasta por los dos lados y seguramente una copia de mi INE”. Mi mamá perdió su teléfono celular el otro día. Fue para la Super Cocina. No tiene ni datos, no tiene ni plan para llamar ni datos para mandar WhatsApp fuera de la casa, solo se conecta por wifi, se lo llevó a la Super Cocina, lo perdió y de repente todas las fotografías de la familia estaban… No lo tenía bloqueado, yo no le había puesto contraseña porque lo que quiere es que más rápido lo usara estando en la casa, pero ya sin contraseña, su correo electrónico, todas las fotos de la familia en el carrete de Google Fotos, las cámaras de seguridad que les instalé a mis papás ahí las puedes ver, entonces ya, hay una persona que se encontró ese teléfono, que si Dios es grande ya lo reseteó, ya lo formateó y ni se dio cuenta toda la información personal que tenía de mi jefecita linda, cabecita blanca, hermosa a la que le manda un saludo hasta Villa Coapa en México. Pero sí, da ñañaras cuando piensas en las consecuencias de este tema de la privacidad y la seguridad en línea.
RLC: ¿Cuáles son entonces los pasos más prácticos que una persona común y corriente, no un periodista, no un activista, no alguien que tenga como una parte de seguridad un poco más delicada, pero una persona normal puede dar para tener mejor seguridad digital?
DM: O sea, yo creo que primero se requiere que cobremos conciencia de cómo usamos la tecnología y hacer una mínima evaluación de riesgos sobre nosotros. O sea, sí somos una persona de un cierto nivel socioeconómico en un país como México, pues hay que estar conscientes que si publicamos toda nuestra vida públicamente, geolocalizar nuestras fotos en Instagram, nuestros tuits en Twitter, inclusive un video que puede parecer muy inocente, como decíamos también al inicio de esta llamada, sabiendo que allá afuera se ve como Avenida Ámsterdam en la Condesa, pues ya hay gente que si quiere hacerte daño y si eres un objetivo de interés puede recabar mucha información tuya en línea. Entonces, si nos dedicamos a ser figuras públicas, periodistas o políticos, pues se entiende que exhibas lo que es tu vida públicamente en internet, porque eso te reditúa, porque hay una noción de que vas a ganar dinero o vas a construir una carrera a partir de esa publicidad. Pero si no, yo diría pues que la gente piense bien qué comparte línea, o sea, simplemente que te detengas a pensar “¿cuál es la consecuencia que ponga una foto de mis vacaciones en mi Instagram, que es totalmente público? ¿Qué gano haciéndolo? ¿Hay otra manera más segura de hacerlo a través de un grupo de WhatsApp familiar e impacto al mismo número de personas?” que nos vemos envueltos en esta dinámica perversa de que todos debemos tener redes sociales. Todos debemos estar todo el día exponiendo lo que hacemos en nuestras vidas privadas. Yo creo que el simple hecho de cuestionarlo y escoger cuál es la plataforma adecuada para lo que queremos compartir y a quién se lo queremos compartir, es lo más básico. Y ya luego bueno, pues lo esencial, que eso aplica para todos, es tener contraseñas seguras, fuertes y verificación de dos pasos sobre todos en las cuentas principales que usamos. Si tenemos un iPhone en las cuentas de iCloud y si tenemos un dispositivo Android en la cuenta de Google, es lo mínimo que tienes que hacer para tener una mayor certeza de que no tan fácilmente alguien que te quiera atacar puede interceptar tu información.
RLC: ¿Qué podemos aprender del uso de Pegasus contra periodistas y activistas en México?
DM: Que el poder del Estado no tiene… O sea, que la discusión sobre cómo… Que la discusión sobre seguridad pública y combate al crimen organizado va más allá de la sensación de inseguridad en las calles y va más allá de sustituir policías uniformados con ex militares o militares disfrazados de Guardia Nacional. Tiene consecuencias también en cómo los gobiernos utilizan la tecnología para invadir esferas que no deberían de ser de su incumbencia, o para saltarse la ley y violar la ley y hacer cosas que no deberían de hacerlo. Entonces construye todo este discurso el uso de esta tecnología, es un elemento de todo este discurso, de que todo vale con tal de combatir al crimen organizado y todo vale con tal de combatir la inseguridad, o todo vale con tal de hacerle sentir a la gente que estás haciendo algo, porque tarde o temprano estas herramientas, puedes hablar desde metralletas hasta estas cosas, las teasers que electrocutan o hasta el software como Pegasus, se utilizan para maneras que no pensábamos, que no deberían de ser las correctas. Entonces también nos deja ver lo… Da ñañaras también pensar lo cerca que puede estar cualquiera de nosotros de una persona que fue blanco de Pegasus, de repente yo veo… Al menos como tres o cuatro personas que he entrevistado y al menos dos que conozco entrañablemente, fueron víctimas de Pegasus. Este mito también de “el que nada debe, nada teme”, “pues yo no soy ni activista, ni político, ni defensor de derechos humanos, ni activista, pues no me importa lo que suceda con Pegasus”. Está mucho más cerca de afectarnos cuando empiezas a ver las conexiones que tú tienes, sobre todo cuando te dedicas a estos temas, inclusive si no. Todos los familiares alrededor de las Carmen Aristegui, los Loret de Mola o los Alejandro Calvillo. Hay familias, hay personas, hay menores de edad, como supimos, y es verdaderamente perverso lo que se ha hecho con esa tecnología y al menos lo sabemos ahora, y esto creo que al menos debe servirnos para que todos estemos conscientes de que si eso pasó con un gobierno como el de Peña Nieto, qué no estará pasando en Reino Unido, en Estados Unidos, en Israel y en muchos otros lados, con otras tecnologías mucho más avanzadas y por eso hay que hablar y discutir sobre estos temas, sobre cómo regular y cómo controlar y quién tiene acceso a esas tecnologías.
RLC: ¿Qué recuerdos tecnológicos tienes de tu infancia?
DM: Frustración, frustración, enojo y envidia, porque creo que algo que ha detonado parte de mi fascinación por estos temas fue la carencia de un Super Nintendo. Fíjate que yo tuve el… Mis papás tenían un Atari 2600 que obviamente yo estaba todavía muy chiquito, entonces lo jugaron mis hermanos. Yo creo que lo han de haber comprado cuando mis papás vivían en Sonora y se han de haber cruzado a Arizona a comprar el Atari, pero luego salió el Nintendo Entertainment System, el famoso NES, donde salió el primer juego de Mario Bros. Y me acuerdo que mi papá vendió el Atari, abrió, me acuerdo mucho de estas imágenes, como recuerdos que se te quedan grabados y no sabes por qué, abrió la caja del Atari y había un huevo de araña de este tamaño, pero desde que ya en la caja estaba abandonada, desde hace quién sabe cuánto tiempo. Vendió el Atari, compró un Nintendo y me acuerdo de estar jugando Nintendo con mi hermano Karim y es un recuerdo muy entrañable, pero de repente como que se cruzaron las crisis económicas y este asunto complicado en México de los dineros y nunca tuve un Super Nintendo, entonces seguí jugando el primer Nintendo durante muchos años mientras todos mis cuates ya tenían el Super NES, y jugaban Street Fighter, Super Mario World, Donkey Kong Country y eso me generó ya después como un rollo de “cuando tenga mi primera chamba, cuando empiece a ganar dinero, me voy a armar mi computadora, me voy a comprar mi Nintendo” y al día de hoy sigo gastando una cantidad verdaderamente ofensiva en tonterías como son los videojuegos y accesorios. Me tocó la época del Nintendo Wii, donde no sé si te acuerdas que era además combinado con el Rock Band y Guitar Hero, entonces gastamos una cantidad estúpida en instrumentos de plástico que no hemos vuelto a usar. Debe de haber un tiradero ahí, como en los cartuchos de E.T. en Estados Unidos, donde esté lleno de las guitarras, las baterías y los micrófonos del Rock Band y del Guitar Hero. Ese es quizás uno de los primeros recuerdos tecnológicos que tengo. Los videojuegos son, sin duda alguna, la puerta de entrada. Yo creo que no hay persona que trabaje en el mundo de la tecnología, es muy raro, que no te hable de que su primera aproximación fueron los videojuegos para todos los papás que pueden estar ahorita escandalizados con el tema que sus hijos con videojuegos o los presidentes que puedan estar escandalizados con los videojuegos, creo que es una excelente entrada para el mundo de la tecnología.
RLC: ¿Cuál es la característica esencial de Coapa?
DM: Para mí el epicentro de Coapa, y me da mucha tristeza, me estás deprimiendo mucho, compadre. Pericoapa, Pericoapa para mí... Yo siempre dije hay que hacer un libro, hay que hacer un documental, hay que contar la historia de Pericoapa, porque creo que combina la esencia de lo que es el coapo, que es este, ahí sí para que veas, citando otra vez al Presidente, mano, como la aspiración del suburbio americano, donde todo está definido por el comercio y por el intercambio económico y por la pretensión. Pericoapa combinaba la ilegalidad, sí, de los discos piratas, de los videojuegos piratas, de las películas VHS piratas con la famosa fayuca, con el “vamos a traerlos…” Antes del Tratado de Libre Comercio ahí es donde solo ahí podías conseguir los tenis Jordan, sólo podías conseguir ahí la ropa GAP, sólo ahí podías encontrar los juguetes de las Tortugas Ninja que todavía no se vendían tan fácilmente en los supermercados. No había Walmart, no había Best Buy y no había los supermercados establecidos. Y bueno, creo que lo que ha matado un poco ahorita justo Pericoapa es la llegada de Amazon y estos comercios en línea que nos permiten ya pedir lo que sea, pero en su momento era el rollo de no sólo lo que puedes comprar ilegalmente ahorrándote una lana, que creo que es algo muy mexicano en general o teniendo acceso a algo que de otra manera no podrías conseguir, pero también es la pretensión de “véanme”, ¿no? O sea, “yo soy el que tiene los Jordan antes que nadie y no tuve que irme a Houston a comprarlos, los compré acá, quien sabe cómo los consiguió, se robaron un camión y por eso los conseguimos”, es presumir. O sea, creo que la esencia del coapo es esa posibilidad de decir “soy clase media global en un barrio, en un suburbio alejado de la centralidad”. Creo que es gritar que eres clase media global en una época en donde no era tan común, ¿no? Y ser show off y demostrarlo a través de tu coche con luces neón abajo, a través de tu estéreo con su buffer, a través de tu idolatría al América, quizás también, con la ropa gringa. Para mí esa es la esencia del coapo y Pericoapa era el corazón de Villa Coapa y me da mucha tristeza que después del sismo y… Es mi teoría, espero que un sociólogo me robe la idea de investigación y se aviente una historia mínima de Villa Coapa, nos cuente que ya está en absoluta decadencia esa zona.
RLC: ¿Qué es lo más emocionante del ecosistema emprendedor en México?
DM: Creo que lo más emocionante, desde una perspectiva sin duda positiva, es que lo lograron los locos, el mundo de los locos que dijeron y que pensaron hace 10, 12 o 15 años que México podía tener un ecosistema de emprendimiento y podía tener fondos de inversión y capital que fuera inyectado a ideas de emprendimiento de personas en su mayoría jóvenes, o de personas que no sabían que era el emprendimiento, que no existía. O sea, lograron por un lado crear el ecosistema que implica que haya el dinero para inyectarle a las empresas y por el otro, que haya la cultura, el saber que es emprender, qué significa, cuáles son los riesgos, cuáles son las oportunidades, cuáles son las tecnologías que pueden ayudarte a establecer un negocio que escale rápidamente. Y sí, las personas que están ahora en 500, pero que en su momento creo que el primer fondo de inversión en México que se llamaba Mexican BC, y luego estaban los de Angel Ventures, todos esos pioneros que luego llegaron a aceleradoras e incubadoras como Wayra del Grupo Telefónica y luego MassChallenge y ahora vemos nuevas, de otros latinoamericanos como Latitud, pues le apostaron a que sí se podía, si no copiar, pero por lo menos tropicalizar el modelo de Silicon Valley, de Israel, de otros lugares en donde, pues sí, el que hubiera gente que se arriesgara poniendo dinero en el corto plazo, iba a largo plazo cosechar. Y ahora lo vemos con los unicornios, la mayoría empresas fintech, que digitaliza en el tema de las operaciones financieras, pero también muchas otras como de reparto a domicilio, de supermercado y otras más, pues se han vuelto gigantes unicornios y entonces ya no necesitas al gobierno o ya no tanto. La pregunta es ¿qué tanto sirvió el INADEM también y otros esfuerzos en administraciones pasadas? Yo creo que sí sirvieron y ahora lo vemos. Y ahora lo chido es que a lo mejor ya no necesitas tanto al gobierno porque ya hay este flujo, ya hay una demostración palpable, tangible de que funcionó y de que arriesgar para los que tienen lana vale la pena y de que arriesgar para los que no tenemos lana o tenemos algunas ideas, pues puede ser por lo menos divertido, aunque te da muchos dolores de estómago luego.
RLC: ¿Crees que la cantidad de extranjeros, pero sobre todo estadounidenses que se mudaron a México para trabajar de forma remota en la pandemia, es en general buena o mala para el ecosistema emprendedor de México?
DM: O sea, yo creo que es bueno de entrada… Digo a ver, por supuesto, si nos aproximarnos a tu pregunta desde el lado de la crítica, de la gentrificación, del rollo de que si están o no pagando impuestos debidamente estos compadres, pues ahí hay mucha polémica y de mi parte mucha ignorancia y no sabría que decirte. Desde el punto de vista del talento y lo que pueden aportar al llamado ecosistema emprendedor, yo creo que puede ser positivo. Estás habiendo gente con dinero dispuesta, o con una mentalidad como es en general en Estados Unidos, de menor aversión al riesgo y mayor posibilidad de apostarle a emprendimientos, a poner su lana en empresas o en fondos de inversión y con conexiones. A fin de cuentas, lo que yo no entendí y me tardé mucho en entender, querido Ricardo, es que cuando hablábamos del Valle del Silicio, del Silicon Valley, pues no es que hubiera montañas de silicio y fábricas generando chips en una línea de ensamblaje necesariamente, sino es más bien ¿qué es el ecosistema emprendedor? Es una relación pública. Punto. Y es una menor aversión al riesgo, es “primero 10 y luego 100 y luego 1000 y luego 10.000 locos como yo”, digo como un inversionista hipotético en Estados Unidos, capaces de arriesgar y de poner lana en una empresa y esperar a que en cinco o diez años esta empresa se vuelva un gigante. Y eso es el ecosistema, las conexiones, las oficinas a las que puedes tocar la puerta donde te escuchan. Y esa es la barrera que se ha ido bajando y bajando y bajando más cada año en México. Hace diez años decirle a alguien “necesito un millón de pesos que me voy a gastar y me voy a evaporar en los próximos tres meses o seis meses para hacer un negocio”, era imposible, ¿no? Y ahora sí puedes tocar las puertas, a lo mejor no con una idea, pero a lo mejor sí con una idea y un producto mínimo viable, como le llaman, algo muy elemental. A lo mejor sí encuentras ese capital y luego más y luego mucho más en México, eso es lo que se ha ido construyendo y espero que si hay más, como es el caso de algunos gringos californianos, brasileños, latinoamericanos que están llegando a México a poner lana, espero que sea esa una de las consecuencias positivas.
RLC: ¿Qué es lo más sorprendente de cómo los mexicanos usan las redes sociales?
DM: Yo creo que nuestra ilusión de pensar que nos está escuchando alguien, así funciona en todas las redes sociales, en todo el mundo, pero yo lo veía con mi papá. A mi papá le transformé la vida el día que le instalé Twitter y se dio cuenta que le podía mandar un mensaje a Roberto Gómez Junco, creo que fue, o a este otro compadre, ¿cómo se llamaba el que fue director del Instituto del Deporte aquí en México y también muy polémico comentarista deportivo en su época?
RLC: Carlos Hermosillo
DM: No, fíjate que él está con mi hermano en Miami. Carlos Albert, que en algún momento, y la verdad es que Carlos Albert tampoco es una persona muy ecuánime que digamos. Entonces en algún momento mi papá le mandó un mensaje y le respondió Carlos Albert, mi papá estaba extasiado. O sea, es como el rollo de estos personajes que veías en la tele y que parecían inalcanzables, como cuando Cepillin leyó mi nombre en la televisión hace muchos años que también fue un momento pivotal en mi vida, es muy raro que suceda, que te hagan caso estas figuras que están en la caja de cristal, en la caja esta que tenemos en nuestras casas y de repente que encuentres un medio para que te contesten es maravilloso. Pero claro, ya cada vez es menos… Conforme empieza a crecer la popularidad y el desencanto y ya se vuelve más bien como una ilusión y empiezas a hablar como al vacío, entonces creo que seguimos pensando, ese es el engaño de las redes sociales, que todos tenemos una oportunidad de que alguien nos escuche porque somos periodistas, porque somos activistas, porque somos cagados, porque somos chistosos, porque estamos buenotas o buenotes y en realidad es súper… ¿Sabes cuáles son las oportunidades reales que tienes de destacar en las redes sociales? Son nulas, ¿no? Y creo que todos caemos en ese engaño y quizás más en México.
RLC: ¿Qué opinas de como WhatsApp en México, en Latinoamérica, en muchas partes del mundo se ha convertido en una herramienta de trabajo? más que el mail o más que los gringos que usan Slack, cosas así.
DM: Fíjate que soy culpable, porque sí llega un momento, cuando estás gestionando equipos chiquitos, ya ni siquiera equipos grandotes y dices “la practicidad es más importante, o tristemente puede volverse más importante que otros elementos como inclusive la organización o hasta la seguridad”. Ahora, habiendo dicho lo anterior, creo que… Me voy a desviar levemente, ya te diste cuenta que hablo bastante compadre entonces ya ni modo y estamos a la mitad del podcast, creo que hay un debate entre… A nosotros nos tocó como la tecnología que iniciaba Google y Facebook y Amazon y Apple y era como “todo es maravilloso”, y ahorita son los villanos y creo que hay un punto medio, que es lo difícil de esta discusión, de no satanizar, pero tampoco dejar que estas empresas hagan lo que quieran en casi un anarquismo o una cosa como muy libertaria, de que hagan lo que quieran, y luego caemos en la trampa de decir “es que no uses WhatsApp porque es completamente inseguro” o “no confíes en ninguna de estas plataformas porque todos están leyendo lo que haces, Mark Zuckerberg lee todo lo que haces”, y es importante decirlo: WhatsApp es más seguro que un correo electrónico, WhatsApp está encriptado, una cuenta de correo electrónico convencional no está encriptada. O sea, si tú mandas tus datos de tu tarjeta de débito, de crédito por correo, es mucho más inseguro que utilizar WhatsApp. Entonces, creo que el utilizar WhatsApp para el trabajo no necesariamente está mal si te funciona y si tienes un equipo chiquito, o si estás trabajando en la escuela o en un emprendimiento que está muy en pañales. No está mal. ¿Cuál es el problema? Es lo más cómodo. Creas un nuevo grupo y sabes que la gente te va a responder inmediatamente. Ya cuando tienes una bronca de manejo de datos personales, de auditorías, de una mayor organización, de tener procesos, a lo mejor te va a quedar corto WhatsApp y también bueno, el rollo de que estés en un trabajo donde no lo utilicen como pretexto para mandarte mensajes a las dos de la mañana de que por qué no mandaste algo.
RLC: ¿Qué tiene que cambiar en términos de políticas públicas o incluso en términos de software que todavía no existe para aumentar la cantidad de personas que tienen acceso a los medios digitales en México?
DM: ¿No quieres que te escriba una tesis de doctorado en los próximos 15 minutos? Pérame, sí está muy complicada la pregunta compadre. A ver, lo esencial es que tienes que tener un gobierno que propicie la colaboración y el diálogo de todos los involucrados. Y creo que tenemos, actualmente… Puedes tener gobiernos que utilizan esto como una herramienta de relaciones públicas y es como “claro, quiero ser el político atractivo joven que hable sobre redes sociales, buena onda con Callo de Hacha” y lo invitas y haces un streaming especial, o tienes el que condena a los videojuegos y al Nintendo porque ahí el crimen organizado recluta gente. Entonces otra vez es esta polémica de “el tecnosolucionismo, hagamos hackatones” y luego pierdes las elecciones porque piensas que con hackatones puede solucionarlo todo, o el “demonicemos el Nintendo como si estuviéramos en 1987”. Me sorprende mucho que no hayamos encontrado, que no haya un perfil de un liderazgo que nos permita decir “¿cómo aprovechamos, en medio de una pandemia, sobre todo, lo inevitable de la presencia de las tecnologías en temas de productividad y de servicios financieros y de educación, sin que eso implique abdicar y arrodillarnos ante las empresas de tecnología, sin que eso implique…?” Ya sabes, es comprar diez mil millones de licencias de Microsoft Office sin pensarlo, porque ahí está la gente de esa empresa haciendo su trabajo de lobbying, de ventas, pero construyendo algo juntos y escuchando a las preocupaciones de la sociedad civil y aprovechando el enorme talento y la cantidad de ingenieros que México produce. Entonces sí creo que no existe ahorita un diálogo, de una verdadera cohesión entre lo que quiere la industria, lo que nuestras universidades… La desconexión, aunque se aprende al menos superficialmente en el programa que estoy estudiando de políticas de tecnología, yo sigo viendo una desconexión tremenda y bueno, lo estamos viendo con todos los escándalos alrededor del Conacyt, entre la labor que hacen las instituciones educativas de desarrollo científico y tecnológico y producción de talento y de patentes y de tecnologías, y lo que hace el gobierno y el uso de las nuevas tecnologías y su democratización. Entonces, simplemente así de básico, no sé cuál es la ley, no sé cuál es la regulación. Lo que sí sé es que no hay un diálogo, no hay espacios que estén propiciando esas conversaciones. Al contrario, ahorita se estigmatiza y se vuelven villanos favoritos fáciles para distraer sobre otros temas. Y eso es, creo que es muy lamentable.
RLC: Si ves el Great Firewall chino o las muy estrictas regulaciones de la Unión Europea, ¿crees que el internet va a terminar siendo fragmentos? O sea, ¿va a haber un internet chino, un internet europeo o un internet estadounidense?
DM: Esa es la discusión. Qué actualizado estás, compadre. Efectivamente, es una de las discusiones que hay ahorita entre las organizaciones que ven este tema de la gobernanza del internet y es una de las máximas alertas que están sonando ahorita de que sobre todo, ojo, efectivamente, como hay una cierta normalización de ya sabemos que en Rusia y en China es normal que haya esta barrera que separa el internet real que conocemos en, llamémosle así, el mundo occidental, como lo quieran llamar, o en las democracias liberales, como le quieran poner de adjetivo, versus lo que sucede en regímenes más autoritarios. Pero la ironía es que ante lo que está sucediendo en Ucrania ha habido peticiones de que se excluya formalmente a Rusia y se le corten las conexiones con otros servicios que están presentes en el resto del mundo como una especie de castigo en este esquema de las sanciones hacia Rusia. Entonces, a lo que voy es que dentro de los propios países que deberían de defender o combatir la censura en internet, hay ahora una idea de “sí, castiguemos a los países que están haciendo cosas que no deberían limitando su conexión a internet”. Y ese es como un peligro real de lo que tú dices de fragmentar la internet. Y entonces va a haber un internet mexicano y un internet gringo que ojo, o sea, yo creo que es un riesgo también que las propias empresas han propiciado al limitar la disponibilidad de ciertos contenidos por país por el tema de derechos de autor. Yo, por ejemplo, estoy muy sorprendido de que aquí en Reino Unido no puedes ver HBO Max porque hay un contrato de exclusividad con Sky de Rupert Murdoch. Entonces también, no solo son los gobiernos, es una lógica económica, en algunos casos, en algunos rollos políticos y no, yo espero que, y esa es la labor de muchas organizaciones de la sociedad civil, que en México son muy pocas y creo que tenemos a la gente extraordinaria de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, a la gente SocialTIC, desde luego, a otras organizaciones más que están haciendo cosas, pero en Estados Unidos hay un buen de organizaciones que están viendo el tema, no sólo ya de temas avanzados como inteligencia artificial, algoritmo, reconocimiento facial, vehículos autónomos, sino esta discusión inacabable de qué es internet, quién regula internet, de qué cosas debemos de defender la internet a muerte. Y yo diría otra vez, los que más han fragmentado internet son las grandes empresas de tecnología. Es Facebook, este ejemplo típico de Myanmar, en donde se abrió la internet y la gente hizo esta cosa que le llaman acá los británicos y los angloparlantes, del leapfrogging, de que se saltaron toda una generación de tecnología y pasaron de no conocer la internet al teléfono móvil saltándose las computadoras personales y pensando que el internet era Facebook, con consecuencias terribles de que luego se utilizara Facebook para alentar un genocidio por parte de la Junta Militar y una bronca que muchos círculos académicos están analizando sobre cómo la gente utiliza las redes sociales y los gobiernos y utilizan las redes sociales para hacer propaganda que termina con consecuencias reales, como el asesinato de personas. Entonces, esa es la labor de la sociedad civil. Ese es el tipo de discusiones que me gustaría tener en México y no el que los videojuegos son violentos o no, el irte a tomarte una cerveza con Callo de Hacha o Chumel, sino estas discusiones de qué hacemos con el internet en México, qué papel juega México también en términos de su influencia ante las regulaciones que se están empujando en otros países y sus consecuencias que tendrían ante las empresas de tecnología. O sea, “Facebook es una empresa gringa, entonces México no puede hacer nada para regular a Meta”. Somos el cuarto o quinto mercado en términos de usuarios globales para Meta. Somos muy importantes para la generación de, al menos, de atención. A lo mejor no en términos de ventas por compra de publicidad en Facebook, pero al menos en el número de ojos que están metidos en Facebook, somos muy importantes para Meta y no estamos involucrados en esas discusiones porque otra vez estamos o en el estigma de que son malas las Nintendos o en el “soy el youtuber con más suscriptores por ser el presidente” o “mi canal lo ven muchas personas en YouTube”. Creo que es la conversación que hay que tener para evitar un internet fragmentado y no está sucediendo en México.
RLC: ¿Por qué fue tan exitosa Netflix para llegar a cien y pico de países tan rápido y las otras plataformas de streaming no? ¿Qué hicieron diferente?
DM: Bueno, que ahí la lleva muy bien Disney Plus, no le está yendo mal, y tampoco a HBO le está yendo mal. O sea creo que Netflix tuvo éxito originalmente por lo que ya no es hoy, y creo que ese es un gran problema para Netflix. Yo tengo perspectivas muy negativas para Netflix en lo personal, no estoy hablando como, este no es el programa de análisis económico de ¿cómo se llama el Alegrijes y rebujos o cómo se llama esa madre? ¿Dinero y alebrijes? El tema es que creo que Netflix ha roto la promesa inicial de ser el lugar único donde podías verlo todo, lo que no podías ver en YouTube porque era ilegal que lo subieran, lo podías ver en Netflix, encontrabas muchas películas de todos los estudios y encontrabas muchas series de antaño y muchas series contemporáneas, muchas que no se podían ver en México a través de cable las tenías completas en Netflix y además por ahí tenían algunos contenidos originales en principio, pero pues ya se pusieron, se tardaron mucho, estaban dormidos. La gente de Disney, de Warner, la gente de Apple, la gente de Amazon despertaron, pues empezaron a quitar sus contenidos o a abrir la chequera aún más grande que la que tiene Netflix, y ahora Netflix es “quédate por el contenido original”, una promesa que a mí se me antoja muy endeble, y no sé si tú seas súper fanático de algunas de las producciones originales de Netflix. Yo encuentro pocas y cada vez me cuesta más trabajo y cada vez le suben más el precio a Netflix. Yo creo que Netflix tenía la combinación de que era barato, prometía acceso a una cantidad de contenido que no tenías en otras partes y lo más importante, te hacía partícipe de una conversación global, era como “¿ahora qué pasó en Netflix? ¿que se estrenó en Netflix?” y “no me digas que no has visto Tiger King”. Entonces tienes que hablar de Tiger King porque todo el mundo estaba hablando de Tiger King. Eso lo siguen haciendo muy bien. La gestión de redes sociales que tiene, la capacidad que tiene Netflix de poner trending topic en Instagram, en Twitter, en Tik Tok y eso convertirlo en suscripciones creo que es todavía incomparable. Pero perdón, yo quiero ver Batman y Batman está en HBO o tú quieres ver Star Wars, vas a ver la serie de Obi-Wan, no me digas que no vamos a hablar de la serie de Obi-Wan, eso está en Disney. Entonces yo creo ya no va a hacer mucho sentido pagar ya casi los 400 pesos que te puede costar. ¿Cuántos? No, casi 300 que te puede costar el 4K de Netflix. Y además, ahora ya quieren que dejes de compartir tu contraseña con la familia. No, ya no va a valer la pena, compadre. Ya volvimos a este sistema fragmentado donde tenías los paquetes de cable de 800, 900 pesos, pues ahora estamos igual. Ahora tenemos que tener seis plataformas de streaming distintas.
RLC: ¿Cómo calificarías…? Porque eso me parece muy interesante, la estrategia de relaciones públicas de las grandes empresas tecnológicas. Porque tú te quejas de Netflix, yo me quejo de Uber, todo el mundo se queja de Facebook, pero al final del día lo seguimos usando. Entonces, ¿es una buena estrategia de relaciones públicas o simplemente son tan grandes que no les importa?
DM: Yo creo que, fíjate, mi análisis, muy chafa, es por un lado entre menos llames la atención de los gobiernos, mejor. Y creo que todas las empresas que tienen equipos de políticas y de relación con gobiernos, su mayor anhelo es pasar desapercibidos el mayor tiempo posible ante los ojos de, sobre todo, las autoridades regulatorias, sobre todo, aquellas del Congreso y aquellos que pueden efectivamente elaborar leyes que limiten su poder o su influencia, pero también para pasar desapercibido de la conversación pública, de temas políticos controversiales, privacidad, datos, temas de impuestos, de ganancias. Pero el que la gente hable de ti en redes sociales, inclusive para mal, pues contribuye a crear ese sentido de monopolio que es lo que buscan estas empresas, que es lo que logró Uber que asocias, así como Kleenex se volvió sinónimo de pañuelos desechables, pues sabemos que ahora movilidad privada, whatever that means, o casi casi taxis es Uber. Ya no dices “voy a pedir un taxi”, dices “voy a pedir un Uber” aunque termines usando Beat o Didi para moverte, creo que Didi aseguran ellos que es más popular todavía que Uber en México, no lo sé. Entonces, creo que definitivamente las empresas viven esa dualidad de pasar, tratar de pasar desapercibidos a los ojos de los gobiernos, pero estar constantemente en la conversación pública, para bien o para mal sobre todo… Bueno, aquellas que generan contenidos sí creo que tienen estrategias muy claras de crear polémica. Todo el tema de Spotify y Joe Rogan, aunque a lo mejor en México, espero, creo que no es muy popular o probablemente mucha gente no sepa quién es. Debo confesar que nunca he escuchado un programa completo del compadre, algunos videos en YouTube nada más de cuando se van a echar churritos de mota Elon Musk y otros personajes, pero como este rollo de crea polémica crea conversación, pues la lógica de las redes sociales y de la discusión con Frances Haugen y los papeles, los documentos filtrados de Facebook, o sea, lo que tú quieres es que la gente esté hablando de ti, peleándose, insultándose, enojándose o riéndose por lo que tú publicas. Y las cuentas en redes sociales de los Netflix, sobre todo de esas plataformas de streaming y de otras más, eso generan, esa conversación y no puedes tú… Hasta uno se siente mal, ¿no? “Oye, ¿viste el capítulo de ayer de Luis Miguel?” “No, no lo vi”, y aunque la serie sea un petardo, tengo que estar enterado porque es de lo que está hablando mi círculo social. Creo que eso es lo que hizo que Netflix se volviera nuestro Televisa, y eso es lo que ya veremos si alguien lo puede derrocar o no, quizás el nuevo servicio de streaming de Televisa. Si lo están escuchando, Ricardo y yo andamos buscando chamba, Vix, Televisa, su mejor opción Televisa Univisión.
RLC: Sí, que nos contrate. Yo le puedo escribir chistes a no sé, ¿quién es un comediante de tercera o cuarta división de Televisa? Yo creo que ahí quedaría bien.
DM: Pues… Te iba a decir Omar Chaparro pero ese ya es la crema y nata, mano, ya no sé ahorita, El norteño.
RLC: Necesito algo mucho peor.
DM: El regreso del Compayito o lo que sea, les escribimos, sin problemas, y si no, páguennos por tener conversaciones como esta.
RLC: Ese es el sueño
DM: Ese es el sueño.
RLC: ¿Qué es lo que más te gusta de Cambridge como ciudad?
DM: Yo creo que si algo me gusta en general del Reino Unido es la gente. O sea, yo estoy profundamente influido, por razones prácticas de relación de muchos años con el Reino Unido, porque quizás fue como la primer ciudad grande, importante, capital que visité fue Londres. Y para mí subirte al underground, al metro y tener esa diversidad de idiomas, de colores y tonos de piel, de vestimentas, me voló los sesos, conviviendo, hasta donde me ha tocado ver, con cierta paz y cierta tranquilidad y una gran normalidad que creo que yo no veo en los Nueva York o no veo en los París necesariamente con otras grandes ciudades, y Cambridge creo que es la versión juvenil. Fíjate que me siento… Ya soy muy muy veterano yo y definitivamente yo ya me siento como más, como un… No como partícipe de la vida estudiantil de Cambridge, sino casi como un visor, como alguien que puede y que se da cuenta de lo jóvenes que están las personas que vienen aquí a estudiar y que vienen de contextos completamente difíciles y de lo que me ha tocado ver, a pesar de que, por supuesto, está el estigma muy real de que es una institución de élite donde vienen a estudiar justo las clases gobernantes de este país, junto con la Universidad de Oxford, y otras tantas, seguramente de Europa, de China también hay una importante población, pues uno pensaría entonces que puede haber un ambiente de muchísimo elitismo, de muchísima segregación, y lo que me ha tocado vivir es, al contrario, sin saber de dónde viene exactamente la gente, de qué tamaño es la cartera de sus papás y de sus mamás, pero no me ha tocado experimentar nada en donde sienta una hostilidad o un rechazo o un tema de “ah, es que tú no eres de mi clase social” o “tú no eres británico” o “tú eres becado” o “tú no eres becado” o “tú vienes de familia de reputación y yo no”. En general creo que esa sensación de sentirte seguro y respetado dentro de un ambiente absolutamente diverso y en el caso particular de Cambridge, juvenil, me gusta mucho, es algo que creo que voy a extrañar mucho y que no se ve obviamente en otros lugares del mundo y solo se ve cuando estás estudiando en un lugar así.
RLC: ¿Crees que si la realidad virtual cumple su promesa nos va a convertir en seres más empáticos o menos empáticos?
DM: Yo digo que menos empáticos y eso no necesariamente… A ver, voy a decir algo que se va a escuchar muy duro o muy insensible, pero no me importa. De todas maneras me debo a mi público y ellos me apoyan tal y como soy.
RLC: Y además esto solo lo escuchan como 16 personas entonces no te preocupes.
DM: Bueno, pero igual y mi jefecita cabecita blanca sí lo escucha y no quiero que me vaya a regañar. Es que yo creo que… A ver, ¿has usado un visor de realidad virtual? Si alguno de ustedes ha usado un Oculus Quest, ahora se llama Meta Quest, es una cosa maravillosa, te vuela los sesos. Es una tecnología increíble, pero lo que la hace una tecnología impresionante y disruptiva es justamente la capacidad que tiene de aislarte. Entre más aislado estés de tu realidad, que es este cuarto blanco con una alfombra gris toda sucia, mientras más me desconecte de eso, más voy a estar en el planeta extraterrestre o en el mundo de robots, o qué sé yo, en la cima de la Torre Eiffel virtual en la cual me puede poner este visor de realidad virtual. Entonces, si alguien llega y me interrumpe, si suena mi teléfono celular, si alguien toca la puerta, la magia se corta, entonces me tengo que quitar el visor, y es “¿qué quieres, vecino?” “Una tacita de azúcar” “a ver, espérame”. Ya me desconectó. Ya me rompió la magia. Entonces, para quienes poseemos todas nuestras capacidades, privilegios, es una herramienta que te aísla más. Yo lo que necesito en estos días es salir con la gente humana de carne y hueso para desconectarme de mis preocupaciones y no estar encerrado en un huevo. Lo que menos quiero es estar encerrado en un huevo o en otro huevo virtual, porque tengo el privilegio y la capacidad de salir a tomarme una cerveza, bailar, caminar por Cambridge. Sí creo que un público natural y del cual casi no se habla son las personas con discapacidad, las personas, los adultos mayores, personas que puedan verse imposibilitadas justo de tener una mayor diversidad de experiencias y que esto nos puede situar. En algún momento vimos proyectos que no creo que prosperaran mucho, pero al menos es un ejemplo de hacia dónde voy. Organizaban vuelos en dron en zonas arqueológicas para personas en silla de ruedas o con algún tipo de discapacidad motriz. Tú que no puedes vivir esto por muchas circunstancias que también deberían de cambiar, deberíamos hacer zonas arqueológicas más accesibles, pero bueno, mientras eso no suceda, esto te ayuda a experimentar otras cosas. Y yo tengo la hipótesis de que cuando tú y yo seamos unos ancianos decrépitos, vamos a estar sumergidos en un trip, en un cóctel de drogas y de realidad virtual fantástico, porque ya vamos a tener poco que perder, vamos a tener muchos achaques de por sí y va a haber mucho menos miedo de literal, quedarnos en el trip. A lo mejor el chiste de llegar a la adultez y a la vejez va a ser estar en el trip. Es como ya viviste todo lo que física e intelectualmente podías vivir con plena facultad y pleno dominio de tu cuerpo y de tu mente, ya llega un punto en donde ya vas para abajo, ya viene una descomposición natural, pues de todas maneras se te va a ir el avión, vas a olvidar cosas, ya no vas a poder caminar, vas a tener reumatismo, pues ya vívelo en un mundo que te va a permitir olvidarte y aislarte y romper esas limitaciones. Eso sí me excita mucho del futuro, de la realidad virtual, no la visión zuckerbergriana de “ten juntas en realidad virtual”. Dentro de la estrategia distractora de meta de dejar de hablar de los papeles de Frances Haugen y hablar de realidad virtual, me parece absurdo que se estén concentrando en “ten juntas en realidad virtual”. Me parece lo más estúpido y ñoño que se les pudo haber ocurrido.
RLC: ¿Qué libros o películas o videojuegos leíste, viste, jugaste antes de los 15 o 16 que se han quedado contigo?
DM: Fíjate que justo el otro día platicaba, porque generalmente cuando quieres ser presidente y te invitan a la Feria del Libro y te preguntan cuál es tu libro favorito, pues te bloqueas porque dices “tengo que decir o un título que impacte y que la gente piense que soy súper intelectual” o terminas diciendo que la Biblia ¿no? Yo creo que un libro que me marcó mucho para bien, a pesar de que es una basura, fue Los niños del Brasil de Ira Levin, que es el mismo autor de El bebé de Rosemary, porque. me acuerdo que lo leí como por ahí, ha de haber tenido 14, 15, 16, años porque estaba aburrido. Fue el primer libro que leí… Bueno, a ver, me gustaban mucho de niño los libros de Elige tu propia aventura. Creo que es como una evolución, como ves los libros como este medio físico, sobre todo en esa época que no tenía Super Nintendo, entonces pues los libros de Elige tu propia aventura, y había libro juegos que te permitían “haz el recolectado del mapa”, “recolectaste la brújula”, entonces vas llenando cuadritos, eran muy divertidos. Pero bueno, vaya, no son obras literarias, son juegos escritos, como le quieras llamar. Luego como que hubo un periodo de mi vida en donde quizás ya no lees tanto, o te desconectas de ese mundo infantil, de los libros infantiles y luego empiezas como la escuela, te empieza a obligar a leer y es como “tienes que leer El Cantar del Mio Cid” y es como “no mames, ¿no quieren matarme más la ilusión de lo que es leer imponiéndome leer libros clásicos?” o el Periquito Sarniento, ¿cómo se llama esa madre? Cosas que no vas a volver a leer en tu vida, ¿no? Y me acuerdo que creo que se había ido… Eran vacaciones, se había ido la luz, no había videojuegos, no había nada, y vi Los niños del Brasil y la premisa de que querían clonar a Hitler y dije “¿Qué marihuanada es esta?” y me divirtió como enano porque creo que eso debería de ser, esa es la manera más amigable y potencialmente exitosa de aproximar la lectura a cualquier persona. No leas por mamón, no leas por hacerte pasar intelectual, no leas porque te va a cambiar la vida y vas a ver el mundo… Lee porque es divertido. Y me divirtió el libro de Ira Levin de Los niños del Brasil, y de ahí más o menos cultivé una mayor afición por la lectura que poco a poco se ha ido degradando, pero creo que eso es mejor, leer algo que te va a divertir, te va a distraer que la pretensión de algo que te transforme en la vida. Y bueno, pues películas de ciencia ficción qué te digo, mano. Mi película favorita, que esa sí la vi antes… Mi película favorita y que también tiene que ver con lo que pienso y lo que hago el día de hoy es Robocop. Robocop es una joya cinematográfica que no mucha gente aprecia, una crítica muy intelectual, muy aguda del corporativismo, del capitalismo salvaje, de la influencia de las grandes corporaciones en la vida moderna, en la pobreza, en la desigualdad, en el control policiaco y habla sobre la deshumanización, de lo que nos hace humanos o no, del uso de la tecnología. Es maravillosa Robocop y es muy divertida. Y muy violenta. Mi papá no sé por qué me llevó a ver Robocop 1 y Robocop 2 y son cosas que no debería haber visto un niño de mi edad bajo ninguna circunstancia.
RLC: Para terminar, Diego, ¿eres optimista o pesimista en general sobre el futuro de la tecnología?
DM: Optimista. Otra vez, creo que estamos cayendo, yo mismo he caído en este tema de alertar sobre los peligros de la falta de regulación y de la falta de gobiernos fuertes y de conversaciones entre sociedad civil, gobiernos y empresas sobre temas muy delicados como privacidad, el uso de nuestros datos, el uso de inteligencia artificial en distintos temas… Bueno, simple y sencillamente las licitaciones y las compras de tecnología ha sido también hoy una cámara oscura durante mucho tiempo, pero nadie tiene duda de que la tecnología ha hecho nuestras vidas más sencillas. Yo ahorita no me podría mover a ningún lugar si no es por Google Maps y no podría estar en contacto diario hablando con mi mamá si no fuera por WhatsApp o aprendiendo cosas de la escuela, de estadística, si no fuera por un profesor colombiano que sube videos a YouTube y estoy en la Universidad de Cambridge buscando videos del profe Javier de Colombia porque me enseña, la verdad es que es mucho más fácil y sencillo, temas de estadística que el profesor de la Universidad de Cambridge. Entonces, sin duda alguna que la tecnología es buena, creo que está siempre… Siempre llegamos tarde, y el problema con la tecnología es que siempre empezamos las conversaciones ya que tuvimos las consecuencias negativas sobre nosotros, y creo que el reto de los que estudiamos este tema de tech policy es tratar de adelantarnos, tratar de poner las conversaciones. Por ejemplo, ahorita para mí un tema que me apasiona mucho y que lo descubrí, como que lo recordé estando acá, es el tema de los vehículos autónomos y este tema de que “¿vamos a dejar que otra vez las empresas de coches y ahora las empresas Big Tech impongan lo que debe ser una ciudad y entonces ahora vamos a cambiar nuestras ciudades para que podamos comprar vehículos autónomos que nos van a vender estas empresas? ¿o mejor nos detenemos y decimos ‘no a ver, pérate, ya se tardaron con lo de los vehículos autónomos, ya llevamos hablando de coches autónomos una década y que ya vienen, que ya vienen, que ya vienen’”. En Estados Unidos yo creo que sí ya, en cinco años tú y yo vamos a tomar en Nueva York sin ningún problema con nuestros coches o en alguna otra ciudad. ¿Cuánto falta para que lleguen a México? ¿Y qué? ¿Nadie va a hablar? O sea, es que ese es el problema de estos temas. Es como “ay, Diego, qué conversación tan mafufa ahorita ponerte a hablar de si los coches se van a conducir solos en Neza”. Bueno, pues sí, pues es como si hubieras hablado hace diez años de Google Maps o de videollamadas o de neutralidad en la red y hubieras dicho “qué marihuanada”. Bueno, pues ese es el reto de quienes estudiamos estas cosas, como que les decimos “ahí viene el lobo, ahí viene el lobo” y nadie te cree hasta que el lobo ya se comió a 15 personas en el pueblo. Yo creo que el tema es posicionar estas conversaciones antes de que se nos imponga la tecnología y yo creo que la sociedad, los ciudadanos sí deben tener una voz al momento de hablar estas cosas, antes de que sea una realidad que efectivamente ya sea muy difícil que cambie.
RLC: Diego Mendiburu, mil gracias.
DM: Nunca había hablado tanto, hace años que no hablaba tanto, compadre. Muchísimas gracias. Disfruté mucho, no lo voy a escuchar porque qué oso. No quiero analizar todas las tonterías que acabo de decir, pero me la pasé a todo mecate, Ricardo, te mando un abrazo caluroso donde quiera que te encuentres.
RLC: Estuvo muy bien. Esto sí lo voy a subir porque estuvo muy bien. Contestaste muy bien a las preguntas raras y me quedo con el titular, es también hay Google Maps en Neza.