Benjamin T. Smith sobre la historia del narcotráfico en México, Oaxaca y el humor inglés
Benjamin T. Smith es profesor de Historia de América Latina en la Universidad de Warwick, especializado en la historia moderna de México. Su libro más reciente es The Dope: The Real History of the Mexican Drug Trade. Hablamos sobre el tiempo en que las drogas se despenalizaron en México, cómo escribir historia no académica, el humor inglés y una nueva forma de entender la corrupción gubernamental. Pueden escuchar la entrevista en Spotify, Apple o Stitcher, o leerla aquí abajo. Mejor escuchen la entrevista porque la transcripción viene de un software y puede tener errores.
RLC: Benjamin T. Smith, muchísimas gracias por estar acá.
BS: De nada,
RLC: Todas estas son preguntas muy raras, pero quiero empezar por la primera, que es una cosa como conceptual que tienes en The Dope, tu libro sobre la historia... Es la historia popular o la historia no académica sobre la industria del tráfico de drogas en México.
BS: Así es.
RLC: Entiendes la corrupción de una forma muy distinta a como siempre hemos pensado en la corrupción. No son los criminales pagándole a los funcionarios dinero para poder hacer sus actividades criminales, sino… Y no sé cómo traducirlo, tú dices que es un protection racket que tienen las autoridades.
BS: Si tú sabes cómo traducirlo, puedes decirle a la editorial que está traduciendo el libro porque no sabemos cómo traducirlo. No sé. En inglés se llama protection racket. En español como sistema de extorsión y protección o algo así. Entonces mi idea, que francamente copié de los trabajos sobre la mafia, es que el Estado mexicano puso un sistema de protección a los narcotraficantes, y francamente a todas las industrias como ilegales o ilícitas en México, y lo que ellos les dijeron a estas industrias fue “mira, ustedes van a pagarnos, no sé, como 10 por ciento, 20 por ciento, 30 por ciento de sus ganancias y nosotros no vamos a poner la ley contra ustedes”. Y si los narcotraficantes no querían pagar, entonces las autoridades los metieron en la cárcel o los mataron. Y mucha gente llama a este sistema una forma de corrupción, pero es una forma no tradicional de corrupción, porque corrupción es nomás robar del dinero público para su propia bolsa privada. Esto es como extorsionar el dinero privado para el uso actualmente público, porque unos cobradores son los presidentes municipales. Estoy seguro que ellos usaron dinero para pagar la segunda casa, para pagar sus coches de lujo, pero muchos usaron el dinero para pagar escuelas, carreteras y más que nada policías. Entonces a los policías de los 30s hasta actualmente, hasta como ciertamente los 90s, las autoridades les pagaron con este tipo de dinero, este sistema de extorsión y protección.
RLC: ¿Por qué entonces la guerra contra las drogas pasó de ser algo relativamente no violento o con una violencia contenida a algo que es francamente inaceptable, como el promedio de 100 homicidios diarios que vive México más o menos desde 2007?
BS: Tienes razón. Antes de como los 90s, la violencia fue muy contenida, fue muy mínima, y ¿por qué? Por dos causas, más o menos. Una, como hubo muchos como vínculos de familia, de compadrazgo entre los narcotraficantes, todos vinieron de los mismos pueblos, la mayoría del famoso Triángulo de oro, por estas montañas, pero otros por la frontera también. Entonces hubo muchos vínculos de compadrazgo, de matrimonio, de amistad y de familia. Segunda, ¿entonces porque no hubo tanta violencia? Porque las autoridades protegieron a los narcotraficantes más o menos. Pero ¿qué cambió durante los 90s en la dinámica entre las autoridades y los narcotraficantes? ¿Y cómo cambió? Los narcotraficantes aumentaron su poder y las autoridades perdieron su poder ¿Por qué? Hubo dos casos. Uno, los narcotraficantes empezaron a ganar más dinero por la industria de cocaína, que francamente fue mucho. Hubo mucho más dinero en la industria de cocaína que en la industria de marihuana o en la industria de heroína. Y segundo, el Estado mexicano o el Estado priísta empezó a perder políticamente en muchos estados de la frontera. Empezaron con Baja California en el 89 y luego Chihuahua en el 92, 93, perdieron Michoacán, perdieron como lugares claves para la industria del narcotráfico. Y esto es algo de lo que Trejo y Ley han escrito mucho, sobre los efectos de la democratización en la industria del narcotráfico.
RLC: ¿Qué piensas de esta idea más reciente, creo que englobada bien en ese libro de Oswaldo Zavala, que dice que los cárteles no existen, sino que son nada más un proyecto discursivo para justificar la militarización?
BS: La gente… Cuando ellos llaman a los grupos de crimen organizado cárteles, están usando dos sentidos de la palabra. Entonces, hay un cártel en términos de las autoridades, las autoridades estadounidenses y también mexicanas llaman cárteles a estos grupos de narcotraficantes, y ellos imaginan que estos grupo son organizados de una manera jerárquica, como integrada verticalmente con un jefe, un llamado como kingpin, como El Chapo, en la cumbre, entonces todos sus trabajadores están como abajo. Nosotros sabemos que esto no existe. El sistema de narcotráfico, de narcotraficantes, actualmente es una red de personas y no hay jefes como El Chapo. El Chapo es uno de muchos, y la mayoría de personas que están involucradas en el narcotráfico están involucradas en muchos negocios. Entonces es una red de hombres de negocios, así están organizados. Y francamente es completamente imposible de destruir, porque es una red de hombres de negocios y siempre van a existir unos que quieran hacer dinero. Pero hay otro sentido de cártel. Este sentido de la palabra cártel es una organización de crimen organizado que trata de controlar espacio. Y esto es una herencia del gobierno, porque como expliqué antes, el gobierno puso sistemas de extorsión y protección en unas áreas geográficas, unas ciudades en la frontera o unos lugares donde fabricaron narcóticos. Entonces, los cárteles nuevos, al final de los 90s, empezaron a tomar control de estas áreas geográficas y empezaron a extorsionar y proteger las industrias ilícitas, exactamente como el Gobierno hizo antes. Cuando un narcotraficante dice “soy parte de un cártel”, ¿qué significa eso? No es que sea parte de una jerarquía. Cuando uno dice “soy parte del Cártel de Sinaloa”, no significa que encuentra al Chapo y al Mayo, y el Mayo es su jefe… Nada más significa que cuando él fabrica su fentanyl y lo trafica como a Tijuana, paga al Cártel de Sinaloa o a unas personas dentro del llamado Cártel de Sinaloa y el Cártel de Sinaloa lo protege y le muestra donde él puede traficar las drogas. Entonces, por ejemplo, cuando los gringos o los mexicanos ponen a un llamado kingpin en la cárcel, como bajo Peña Nieto, que pusieron a 120 jefes de narcotráfico en la cárcel, no hizo nada. No cambió el sistema del narcotráfico. El precio de los narcóticos en Estados Unidos bajó y se empezaron a vender más narcóticos en México, entonces el problema empeoró.
RLC: ¿Por qué Estados Unidos frena el experimento de Lázaro Cárdenas, que tiene un nombre fantástico, que es el Reglamento Federal Toxicomanías? ¿Por qué Estados Unidos frena ese experimento de despenalización de las drogas?
BS: Hay como un héroe olvidado del cardenismo, yo sé que su presidente ahora comenzó obsesionado por Cárdenas, pero un tipo como olvidado de Cárdenas es Leopoldo Salazar Viniegra, que fue el médico que empezó a tratar como de despenalizar la industria de drogas y fue una idea que él pensó, y en DF, como en 1940, él creó áreas de tratamiento de narcóticos, donde ellos regalaban a los adictos un poquito de droga cada día para que los adictos no tuvieran que ir a los narcotraficantes para comprar las drogas. El sistema que él puso francamente parece que funcionó. Los narcotraficantes empezaron a perder un montón de dinero, estaban quejándose de que estaban perdiendo mucho dinero, pero los gringos, bajo un tipo que se llama Harry Anslinger, que estaba a cargo del Buró de Narcóticos, que fue la antigua versión de la DEA, él estaba muy como puritano sobre las drogas. Entonces él pensó que este tipo Leopoldo Salazar Viniegra iba a introducir como un sistema de legalización de las drogas y este sistema iba a abrir la puerta a un mercado libre de drogas al lado de los Estados Unidos. Entonces trata de persuadir a Cárdenas y Salazar Viniegra de terminar su experimento, pero ellos rechazaron hacerlo y entonces ellos usaron como una trampa francamente de extorsión o de chantaje, entonces él tuvo control de toda la morfina que fue a México, estaba a cargo de esta como medicina. Entonces, porque los mexicanos sí estaban usando la morfina para tratar a los adictos de drogas, él prohibió a los americanos, a los gringos, exportar la morfina a México. Entonces México trató de comprar morfina de Europa, pero también fue el inicio de la Segunda Guerra Mundial y no pudo comprar morfina de Europa, y tuvo que dejar el experimento. Entonces este Anslinger, el maldito Anslinger, quebró un experimento que por el tiempo era como extraordinario, pues.
RLC: ¿Sería justo decir que el Estado posrevolucionario era un proyecto más bien cultural en vez de económico?
BS: En unas maneras y en unos tiempos. Francamente, como todos dicen, todos los historiadores, porque al final del día, como fui un historiador, y entonces todos los escritores de la Revolución Mexicana dicen “la Revolución Mexicana tuvo diferentes efectos en diferentes lugares”. Entonces, si vas al Valle del Yaqui donde dividieron como las haciendas grandes o a La Laguna o a Morelos, entonces la Revolución tuvo como un efecto extraordinario, como no existían las haciendas en estos lugares, o no como antes, pero en otros lugares, como no hubo tanta división de haciendas, más que nada la Revolución fue mucho más cultural, fue una revolución más o menos de educación, más que nada, y puedes ver el aumentamiento en el número de escuelas.
RLC: ¿De dónde viene entonces esta obsesión de los primeros gobiernos revolucionarios con no degenerar la raza, como una rara pureza de raza?
BS: Esto es super interesante, y es algo que… Francamente no es algo sobre lo que se ha escrito lo suficiente. Al final del siglo XIX, los doctores en México, como en muchos países, creyeron en esta forma de medicina que se llama medicina eugenecista. Ellos creyeron entonces que los fallos genéticos dentro de individuos iban a causar problemas en la nación, entonces estos fallos genéticos iban a degenerar a la raza. La revolución no terminó con estas creencias. La mayoría de doctores que estaban como revolucionarios, que formaron a la Constitución y estaban en poder de la Secretaría de Salud durante los 20s y al inicio de los 30s, fueron como eugencistas, y el Congreso de Veracruz introdujo una ley de esterilización en 1920, 28, como ocho años después del fin de la Revolución, entonces parece que estas ideas no terminaron con la Revolución nada más. Terminaron a finales de los 30s con una nueva generación de doctores como Leopoldo Salazar Viniegra, este tipo que trató de descriminalizar a las drogas.
RLC: Vargas Llosa llama a lo que se convierte en el estado priísta una dictadura perfecta, pero creo que a ti te gusta más el término dictablanda ¿Cuál es la diferencia conceptual?
BS: Híjole, entonces estás cubriendo mucho de… No pensé que ibas a preguntarme sobre la dictablanda. Salió de una conferencia que yo organicé en Michigan hace 12, 13 años, algo así, con un amigo, un colega que se llama Paul Gillingham. Invitamos a muchos que están estudiando, que ahora son famosos con sus propios trabajos y libros y todo eso, pero en 2007 o 2009, cuando organizamos la conferencia, no tenían ni libros ni trabajos, estaban graduados, como Tom Rath, como muchos jóvenes, Jaime Pensado, Tanalis Padilla... Y entonces organizamos esta conferencia para platicar sobre qué pasó con el PRI después de Cárdenas, desde Cárdenas hasta como el 68, esta época que es fundamental para la creación del Estado mexicano. Pero muy pocos historiadores han tratado, han investigado como… Actualmente ya, ya apenas… Mira este trabajo, apenas salió un libro aquí que tengo, que es Unrevolutionary México, por mi colega Paul Gillingham, que salió desde esta conferencia. Es un libro sobre esta época de la creación del Estado mexicano de 1940 hasta 1968 y nosotros llamamos al Estado mexicano como una dictablanda, que no es una dictadura como Argentina bajo los militares, o Brasil o Chile bajo Pinochet, pero ni es una democracia normal, es algo en el medio, pues, porque tiene elecciones, y el PRI gana muchas de estas elecciones ¿por qué? Porque pone candidatos populares, pero a veces cuando no gana usa todos los tipos de estrategias para ganar, roba los votos, intimidan a los electores o si no como hoy en día, como los militares, los soldados, para imponer su presidente municipal. Entonces, para nosotros es un estado súper complicado, una mezcla súper interesante de democracia de un lado y dictadura en el otro.
RLC: ¿Qué podemos aprender, en el 2022, de Los olvidados?
BS: Chihuahua, ¿Cómo me preguntas? ¿Por qué ves mi…? De Los olvidados… Quién sabe… Este fue un regalo para mí del historiador Guy Thompson, que fue el que tuvo mi trabajo en la Universidad de Warwick antes de mí, pero… No he visto Los olvidados por mucho tiempo. Actualmente yo prefiero la película que vi hace poco, que se llama El ángel exterminador. Es sobre el sistema de clases en México, pero francamente es una historia universal y super interesante. Traté de ver Los olvidados con mi esposa, que es mexicana, como hace dos, tres años, pero fue muy difícil de ver, es súper difícil de ver, especialmente como la violencia sexual y todo eso, y está… Francamente no sé cómo la veía antes.
RLC: ¿Qué podemos aprender…? Porque yo creo que algo en lo que se parecen de cierta manera el Reino Unido y México es que son sociedades como bien estratificadas en términos de clase.
BS: Así es.
RLC: México no tiene una aristocracia, ni tenemos barones, ni lords, ni todas esas cosas que aquí sí hay ¿Qué podemos aprender de comparar un sistema con el otro?
BS: Es interesante porque hay muchos americanos que van a México. Ellos ven un sistema como Estados Unidos, como que está estratificado por raza. Ellos ven como a los blancos arriba y a los indígenas y afromexicanos como abajo. Y cuando un inglés va a México, francamente yo creo que la mayoría de nosotros vemos como un país estratificado por clase más que nada. Y tal vez por eso amo a Oaxaca tanto, porque. No voy a decir que no hay jerarquías de razas, sí hay razas, pero no es tan marcado como en Chiapas o Veracruz o Guerrero, pues hay unos como blancos, mestizos, como criollos o mestizos que están como a cargo de toda la riqueza, pero Oaxaca es un poco diferente, como los famosos juchitecos, que son zapotecos y son dueños no de todo, pero una parte de la riqueza de del Istmo. Entonces hay indígenas de la clase media como la familia de mi esposa no, entonces es un poco más fácil de entender para un inglés que por ejemplo Chiapas, que me parece como mucho más una parte de Centroamérica o parte del sur de Estados Unidos, con una jerarquía como tan marcada de raza. Entonces, no sé si he contestado tu pregunta, pero yo creo que muchos ingleses van a México y vemos nuestro propio país como en tu país.
RLC: De la ficción que se ha escrito sobre el tráfico de drogas, ¿cuáles son tus novelas o películas o series favoritas?
BS: Me encanta El infierno. Me encanta porque… No sé, es súper oscuro su sentido del humor, pero también… No sé, pero me encanta esta película más que… Los gringos en general son muy… No son tan realistas, son historias escritas por la DEA. Actualmente, literalmente por la DEA, en el caso de Narcos, eso está francamente escrito por agentes de la DEA que ayudan con esta obra. Entonces, sí, yo creo que El infierno. ¿Qué más? Estoy pensando, hay muchos. Hay una que fue como súper oscura y yo creo que no puedo verla otra vez, pero fue increíble, Heli.
RLC: ¿De Amat Escalante?
BS: Sí, sí. Actualmente, y no voy a decir que disfruté, pero fue muy interesante lo que trataron de hacer con Somos., con esta obra sobre la masacre en Coahuila y está hecha por Fernanda Melchor, que es una autora para mí increíble, me encanta su… En inglés se llama Hurricane Season
RLC: Sí, Temporada de huracanes, que le pregunto a alguien por la ficción contemporánea, desde Nicolás Medina Mora, Jesús Silva Herzog, todo el mundo admira muchísimo a Fernanda Melchor.
BS: Está increíble, yo tuve el honor de encontrarla porque organizamos una conferencia sobre periodismo y periodismo en el tiempo del narco. Y mi amigo invitó a muchos periodistas que son muy interesantes, y fue súper interesante escucharlos, como Ioan Grillo, Javier Garza, Humberto Padgett, pero también yo invité a Fernanda Melchor porque ella escribió algo súper interesante sobre escribir ficción y periodismo durante la guerra contra las drogas, y cómo la guerra cambió el sentido de las palabras, pues, y para mí fue muy interesante. Entonces conocí su trabajo hace como diez años o hace ocho años, cuando era estudiante en Veracruz.
RLC: ¿Cómo evalúas cuando estás haciendo trabajo de campo? ¿Hablando con personas o con la nariz metida en la caja de algún archivo general de algún estado? ¿Cómo evalúa si la fuente que tienes es confiable o no?
BS: Es una muy buena pregunta. Yo creo que… Voy a confesar algo, pero yo creo que una fuente que leí, hace no sé, 15 años o 16 años, yo creo que tal vez no fueron tan confiables, pero ni modo, escribí que ellos dijeron pero ahora lo que yo hago, especialmente con este proyecto sobre el narcotráfico, lo que traté de hacer es hacer dos pruebas. Una, si puedo, triangular esta fuente con dos o tres fuentes. Si un traficante me dice “mira, cultivamos un chingo de mota en este pueblo y fue de este tipo y este cacique nos dejó cultivarlo y lo pagamos”, si puedo encontrar otra, no sé, memoria del gobierno que dice igual o tal vez una fuente judicial que dice que tal y tal narcotraficante estaba comprando su mota allá, entonces yo creo en la fuente, entonces trato de triangular las fuentes con otras fuentes. La otra cosa es que después de leer fuentes gubernamentales de México, por ¿qué? 20 años, 25 años, entonces empiezas a oler las que son falsas y las que son reales.
RLC: Cuando estás escribiendo, como en este último libro, una historia que no es académica sino como más de divulgación, ¿cómo cambia la forma en la que escribes? Porque tienes que poner escenarios, tienes que construir personajes. Casi todos los capítulos empiezan con una escena, con algo más parecido al periodismo narrativo. ¿Cómo cambia el proceso?
BS: También es una muy buena pregunta, entonces… No sé, pero cuando empecé como historiador, como muchos historiadores, estaba muy enfocado en la historiografía y la teoría, pues entonces ¿qué aprendes después de como veinte años de hacer eso? Que a la mayoría de la gente no le importa nada la historiografía ni los… Francamente, en Estados Unidos, ni a los historiadores les importa como la historiografía. Entonces quité todo eso, y en lugar de leer historia, no sé de editoriales como universitarias, empecé a leer un montón de novelas, y muchas de ficción detective. Como historiador me encanta jugar con formas y formatos de escribir, y la historia es como una disciplina académica actualmente muy conservadora, entonces la mayoría de historiadores escriben en maneras muy similares. Con este libro traté de hacer algo diferente, de prestar de diferentes formas y formatos de ficción, traté de cortar mis… Sí, escribir como en una manera tal vez un poco más interesante, pero no sé si tuve éxito o no.
RLC: Yo creo que sí.
BS: Gracias, muy amable.
RLC: Porque además es un libro que se pelea o que argumenta en contra de esta narrativa histórica, o no histórica sino oficial que han promovido los gobiernos mexicanos y de Estados Unidos, entonces es importante, creo, que esté en un tono no académico para que cualquiera lo pueda leer.
BS: Yo creo que cuando empecé el proyecto iba a escribir algo para, no sé, Cambridge University Press o algo así, y tuve suerte y van a traducirlo, no sé, en Colmex o algo así, UNAM, pero entonces… Algo que no he mencionado es que yo hago mucho trabajo con los abogados en Estados Unidos porque me pidieron escribir como informes para ayudar a migrantes mexicanos que estén escapando de la violencia y ellos normalmente migran de México a Estados Unidos, y con estos abogados estamos tratando de asegurar que se queden en Estados Unidos y estén seguros. Entonces, yo en los últimos siete, siete u ocho años he hecho como más de cien informes por más de 300 personas como mexicanos y tuve que hacer entrevistas con estas personas y tuve que aprender mucho de sus sufrimientos. Entonces con estas historias yo decidí que… Este libro fue demasiado importante nada más para dejar a los académicos. Francamente… Si nadie entiende cómo, no sé, cómo el cardenismo afectó a Oaxaca durante los 30s, francamente, no importa, no tanto en este mundo, pero si los gringos no entienden el sufrimiento que están causando en México ahora, o la situación de esas personas que están saliendo o están dejando toda su familia en Michoacán o en Guerrero, entonces está muy mal. Y me parece que muchos jueces y muchos policías, muchos de la migra no entienden qué está pasando en el sur de la frontera.
RLC: ¿Por qué crees que en un país que aparentemente es sofisticado y ordenado como el Reino Unido son tan poderosos los tabloides?
BS: Eso fue una sorpresa, ¿no? cuando llegaste aquí. Tú piensas “voy leer mi periódico The Times o mi periódico de The Guardian”, y entonces toda la gente lee el The Sun y están feos, están peores que el peor tabloide de México.
RLC: Es algo que… En México los tabloides son violentos, pero aquí son como discursivamente violentos y además son muy ignorantes, y además es como encontrarte a alguien afuera del pub que está como dispuesto a decirte, cómo orgulloso de no saber nada.
BS: Así es, es súper conservador. Pablo Picasso ha escrito sobre eso, pero ¿cómo se llama? La nota roja sí tiene muchos problemas, y no voy a defender completamente la nota roja, pero a veces pregunta “¿qué está pasando en este país?” Pero los tabloides de Inglaterra nunca preguntan eso. Son súper, súper, súper conservadores. Entonces, siempre protegen a las élites, a la familia real, al primer ministro, aunque a veces hacen burlas de ellos, pero más o menos ellos los defienden todo el tiempo. ¿Y por qué existen? Porque Inglaterra es, de una manera, sofisticada. Tiene unas cosas buenas, como el sistema de salud o sistema de educación, tal vez, no sé, pero también Inglaterra es súper conservadora, entonces los tabloides son muy importantes para guardar el orden. Otra diferencia entre Inglaterra, o Gran Bretaña, y México es la falta de manifestaciones fuertes aquí. A veces tenemos manifestaciones, pero son súper débiles, como cuando unos manifestantes en Bristol quitaron esta estatua de un no sé, como un dueño de esclavos.
RLC: Sí, de un esclavista
BS: Esclavista, entonces todos los medios de comunicación, todos los tabloides, se enojaron un montón. Pero no fue nada. No fue tan violento. Sí, quitaron como la estatua de un esclavista, no tanto, pero cuando yo muestro las manifestaciones, yo he estado en manifestaciones en México con mucha más violencia que eso, y no hay nada en el periódico sobre estas manifestaciones. Como la gente aquí es súper conservadora.... ¿Sabes qué? No sé si has leído el teorista como marxista que se llama Gramsci.
RLC: ¿Antonio Gramsci?
BS:Antonio Gramsci. Antonio Gramsci basó su idea de hegemonía en Inglaterra, porque nosotros somos más… Estamos abajo de una hegemonía increíble, aunque nos pagan mierda, nos tratan como idiotas, nunca, nunca peleamos, nunca luchamos. Y cuando yo fui a México y recuerdo que la primera vez, cuando yo fui a México, encontré a mi esposa y su mamá quiso que el Ayuntamiento pusiera pavimento enfrente de la casa y entonces escribió al presidente municipal y fue al Ayuntamiento para pedir que ellos consideraran poner el pavimento, pero no hicieron nada, entonces ¿qué hicieron? Bloquearon toda la carretera que salía de Oaxaca. No nada más una carretera más bien pequeña, pero bloquearon toda la carretera por dos días, y entonces hubo tráfico todo el tiempo y el Ayuntamiento construyó el pavimento. No, nunca lo hacemos así en Inglaterra, pero también es “ok, tenemos pavimento” pero no tenemos otras cosas.
RLC: ¿Qué parte de tu temperamento dirías que es más inglés o más británico?
BS: ¿Qué parte de mí? Quién sabe. Tengo dos niñas, entonces no tengo un carácter, nada más estoy en un compendio de los tres carácteres de mis niñas, pero no he pensado en mi carácter. No sé, mi sentido del humor tal vez es un poco inglés, no sé si si… ¿Tú piensas que hay una diferencia muy grande entre los sentidos de humor en Inglaterra y en México?
RLC: Yo creo que es mucho más oscuro el mexicano.
BS: Sí, tal vez tienes razón, tal vez tienes razón. Sí, tienes razón, pero entonces tienes que ver más comedias inglesas también.
RLC: Sí, creo que, por ejemplo, la sátira política creo que es mucho mejor aquí.
BS: Sí, sí.
RLC: Como Yes, Minister y también el programa que tienen que son marionetas.
BS: Ah, Spitting Image.
RLC: Spitting Image. Todo eso creo que es mucho mejor en general, e incluso como hasta las críticas que hacían los Monty Python del sistema de clases pero como en el sentido abstracto de la gente de a pie, que tiene un sentido del humor en México totalmente oscuro y negro e incomprensible, creo que esa sería la diferencia,
BS: Sí, actualmente la comedia popular en México es mucho más divertida y mucho más oscura, sí, tienes razón. Entonces… O tal vez entonces mi sentido del humor es mucho más como el de los mexicanos. No sé, entonces no sé.
RLC: Para terminar, Benjamín, te pediría ¿qué consejo práctico, más allá de leer mucho y viajar y aprender otro idioma, le darías a una persona que está empezando a estudiar historia y quiere tener una carrera que no solo sea académica?
BS: Buena pregunta. Francamente no tengo tanto, como puedes ver de mi estudio, no tengo tanto consejo para alguien que no quiere estar académico, pero aprender a hacer algo con tus manos, lo que yo disfruto más que nada es, cada sábado yo voy para… Yo soy parte de una cooperativa que es dueña de una granja y yo voy allá para hacer como cuatro o cinco horas en la granja y me encanta hacerlo. No sé, yo aprendo más con mis amigos allá que en mi oficina leyendo libros, probablemente.